5 sencillos consejos para no meter la pata eligiendo el menú de tu boda.

Parece que fue ayer cuando empezaste a organizar tu boda, ¿verdad? La finca, el vestido, las invitaciones y, de repente, va quedando menos hay que elegir uno de los aspectos más importantes, sobre todo para tus invitados, porque no nos engañemos, los novios ese día coméis bien poco. 

Fotografía: Setroimagen

Elegirlo no es una tarea fácil porque como dice el refrán “nunca llueve a gusto de todos”. Pero no desesperes, con estos consejos esperamos ayudarte a elegir el menú perfecto para tu boda y no morir en el intento.

1.Ten en cuenta siempre la temporada.

Parece súper obvio, pero el primer aspecto importante para elegir bien es precisamente ese. El mismo plato puede ser un acierto total o un completo fallo en función de cuando lo tomes. Imagínate: Una preciosa noche de julio, una finca en el sur de Madrid, y cuando te sientas a cenar te «plantan» en la mesa una crema de boletus bien calentita con un aceite de trufa. Por muy rica que esté pues “¡como que no!”. Sin embargo, si cambiamos el escenario y nos imaginamos una boda en noviembre en la sierra de Madrid, te encantaría, ¿verdad?. La temporada importa y mucho.

2. Lugar de la celebración y horario.

Seguimos con aspectos obvios pero que muchas veces pasamos por alto. No es lo mismo un menú en una finca rustica que en un hotel moderno y minimalista. Una boda debe tener un hilo conductor, un equilibrio, un sentido estético y también culinario. Con ello no queremos decir que en una finca rustica elijáis patas de cordero y en un hotel un suspiro de vieira con espuma de mar, pero es un detalle a tener en cuenta, eso sí, sin volverse loco.

El factor horario es muy importante, ya que comemos mucha más cantidad a mediodía que por la noche. Por otro lado, elegir platos más ligeros para una cena es más acertado. Ten este aspecto muy en cuenta a la hora de diseñar el menú.

3.Perfil de tus invitados.

Teniendo aceptado que el menú de la boda no va a gustar al 100% de los invitados, la idea es agradar lo máximo posible. Con perfil de los invitados nos referimos, por ejemplo, a la edad, procedencia, religión, etc…. En las bodas, por lo general, se juntan personas de todas las edades y de diferentes lugares, pero en ocasiones hay un factor que destaca. Poniéndote un ejemplo, si la boda viene mucha gente joven, puedes ser un poco más arriesgado, o si tienes muchos invitados vegetarianos tener opciones vegetarianas puede ser todo un acierto.

Lo más habitual son bodas a las que llamamos “bodas popurrí” en las que se juntan tus abuelos que viven en el pueblo y tus amigos modernos que viven en Malasaña. En ese caso lo que te aconsejamos es que arriesgues un poco más en aperitivos del cóctel y seas más tradicional a la hora de elegir el menú del banquete.

4.Equilibrio de los productos.

Para que el menú quede compensado y pueda gustar a todos, es fundamental la variedad y el equilibrio tanto en el cóctel como en el banquete. Atención consejito: Ojo con llenarlo todo de foie, trufa y marisco. Es completamente normal que queráis quedar bien con vuestros invitados, y elegir productos de los denominados “gourmet” ayuda mucho, pero en su justa medida. Cuidado porque pueden resultar redundantes, ostentosos y hacerse un poco pesado. En el equilibrio está el acierto.

5. Personalización del menú.

Y para terminar con estos tips, hemos dejado el que consideramos más importante, la personalización.

Nos pasamos toda la organización de la boda personalizando cada detalle:  las invitaciones, los detallitos, los colores, las flores, la decoración y luego ponemos el mismo menú que todo el mundo, pues bien, eso es un error. De hecho, cuando pase la boda y le preguntes a tus invitados el color de tus invitaciones es muy posible que no lo recuerden, pero ¿y el córner de tortillas de patata? ¿y esos churros con chocolate para terminar la fiesta? ¿y esa mesa de postres? ¿y ese aperitivo tan original? Seguro que eso perdurará en el tiempo.

Por otro lado, la personalización va más allá de la originalidad. Una boda tiene que hablar de vosotros, de vuestra historia y vuestros gustos. Volvemos a ponerte un ejemplo. Si la novia es de Venezuela y allí no hay boda que se tercie sin unos deliciosos tequeños, pues no deben faltar, o si sois muy de cañitas, un córner de cañas tiradas en el momento puede ser un puntazo. Hay muchas opciones, no os resignéis a un menú estándar.